Agüelita
Hasta que la Romi me dijo "Cuando tus amigos te empiezan a regalar ropa, significa que estás vieja" no quise asumirlo pero mis regalos me lo demostraron.
El cumpleaños siempre me complica. Quiero celebrarme o no, me llamarán quienes quiero, será un día grato, son preguntas que me rondan ese día.
Finalmente siempre termino celebrándome. Y la verdad me encanta que la gente venga (o vaya) a verme, que me deseen cosas lindas y que digan que cada día estoy más linda, que brinden por mi, que bailen conmigo, que me abracen y que me hagan regalos bacanes pero a pesar de estar profundamente agradecida por éste, me desconcierta que esté perdiendo popularidad.
Antaño mis cumpleaños se llenaban; a éste no vinvieron todos los que invité y como soy un poquito high mainteneance hasta los mensajitos de texto excusándose me molestaron. Pero no importa, pensé, ellos vinieron y hay mucho que tomar y porqué celebrar. Y así fue; hubo desde Capeta hasta buena hierba. Muchas risas, una torta con una piramidal vela decorativa, el chico guapo y los clásicos colados. A quienes no tuve que decirles nada, porque mi cara hablaba por si sola (doy gracias por no haber tenido que echar gente otra vez. Es lo peor!), y luego disfrutar con mis más amigos.
Y esa fue la tónica del fin de semana: copete, bailongo, más copete, muchas risas, restaurantes, llamados, películas, torta; y caña, de todo, caña. Y es que los años no pasan en vano, pero para la mecedora ya habrá tiempo.
El cumpleaños siempre me complica. Quiero celebrarme o no, me llamarán quienes quiero, será un día grato, son preguntas que me rondan ese día.
Finalmente siempre termino celebrándome. Y la verdad me encanta que la gente venga (o vaya) a verme, que me deseen cosas lindas y que digan que cada día estoy más linda, que brinden por mi, que bailen conmigo, que me abracen y que me hagan regalos bacanes pero a pesar de estar profundamente agradecida por éste, me desconcierta que esté perdiendo popularidad.
Antaño mis cumpleaños se llenaban; a éste no vinvieron todos los que invité y como soy un poquito high mainteneance hasta los mensajitos de texto excusándose me molestaron. Pero no importa, pensé, ellos vinieron y hay mucho que tomar y porqué celebrar. Y así fue; hubo desde Capeta hasta buena hierba. Muchas risas, una torta con una piramidal vela decorativa, el chico guapo y los clásicos colados. A quienes no tuve que decirles nada, porque mi cara hablaba por si sola (doy gracias por no haber tenido que echar gente otra vez. Es lo peor!), y luego disfrutar con mis más amigos.
Y esa fue la tónica del fin de semana: copete, bailongo, más copete, muchas risas, restaurantes, llamados, películas, torta; y caña, de todo, caña. Y es que los años no pasan en vano, pero para la mecedora ya habrá tiempo.
3 Comments:
Feliz cumpleaños, pues...
Este año, fué el primer cumpleaños en mucho tiempo que me dejaron de regalar puro cópete..
Este año me regalaron cosas super choras y prácticas. Igual llegaron sus vinitos y su Alto del Carmen etiqueta negra (jejeje)... rico igual. Yo no diría que es de viejos, más bien ya empiezas a tener tus ingresos y puedes gastar un poco más que antes. vamos cambiando el pelo.
Saludos
Para mí la tendencia ha sido otra. Cada año menos regalos. Así que llegué a la conclusión de que cuando me celebro en locales junto a otros, la gente siente que no va a tu cumpleaños. O mis amigos en ralidad son muy pobres, pero en fin, se pueden hacer regalos sin plata. Pónganle color pues. Bueno gaby, ya sabes que te debo el regalo.
Feliz cumple atrasado y espero que la ropar por lo menos haya sido de todo tu gusto y de última temporada, así te mantienes joven.
Publicar un comentario
<< Home