sábado, enero 28, 2006

Arrastrada

Hace 4 días que Chatarra Blanca, el auto de mi casa, estaba botado en no sé qué calle. Mi vieja se quedó en pana y ahí lo dejó.

Sé que lo mejor que podría pasarnos es que se lo roben, pero me daba miedo que sólo lo mutilaran y que el cacho fuera peor. El cargo de conciencia me hizo ir a buscarlo. Mi gran amigo tuerca, el servicial Fede, me ayudó.

La cosa prendía pero su embreague no permitía avanzar ni un metro. Después de su empuje, amarramos y partimos la lenta marcha hasta mi casa.

"Lo único que te pido es que no me choques, lentito y sin tirones". No puede ser tan dificil pensé, pero si me lo dice...ay!

Debo decir que nací para el arrastre. Fede estaba orgulloso de mi. Y si no se hubiera cortado la apolillada cuerda, hubiéramos llegado invictos. Lo bueno es que Chatarra está acá y yo descubrí un nuevo don.

1 Comments:

Blogger eduardobravo said...

Buena historia gaby jajaja. Cortita y precisa.

No me acuerdo de tu auto ..jaja me gustaria conocerlo, me tinca divertido

12:05 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home