viernes, octubre 20, 2006

Una leccion de Banderas

Así como una amiga escribió hace años el impecable serbachiller, por estos días pienso en lo qué es ser periodista.

Un mar con un centímetro en profundidad es uno de los clásicos escuchados de la boca de los propios colegas. Si bien de base no somos muy cultos, hay muchos periodistas que lo son, incluso aquellos que parecen menos profundistas.

Pero lo cierto es que ser periodista de algo, como exclusivo, no me apetece. De hecho una de las características buenas que tiene ser periodista, es el ir polulando entre diversas cosas. Por ejemplo en mi tarjeta de presentación podría poner : Periodista / Guionista /Realizadora /Editora /Gestora /Productora, y no porque lo sea, sino porque todas esas quiero hacer.

Y una de las cosas que me encanta es cuando me embalo con los entrevistados. Eso me pasó con el porfesor Mario Banderas, pero ya no más.

La entrevista partió algo así:

- Hola, buenos días, pasa. Dejáme hacerte una pregunta: ¿Cómo le dirías a un grupo de niños que haga una fila aquí delante tuyo?, decía mientras me llevaba a su lado y gesticulaba una línea frente a mí.

- Alínense, dije.

- No (usted dígalo bien!), ven por acá, y me lleva a leer una definición en su computador.

Luego nos sentamos y yo hice lo que una periodista tiene que hacer: hacer que su entrevistado hable.

Lo que me mostró el profesor Banderas es que es una persona profundamnete apasionada. Me habló con vehemencia de la ética bomberil (ya que también pertenece a la institución), y digo vehemencia porque aún tengo en mi memoria cómo se ponía de colorado cuando hablaba de los cofrades, la subordinación y el servicio. Y tremendamente penetrante su mirada fija.

Al final de una explicación, se componía de nuevo, se pasaba una mano por su jopete rucio para aseguarse que no se hubiera despeinado. Tenía una risa amable, fue educado y de delicados tratos.

Si bien al comienzo me incomodó el cambio de rol, luego no sabía si reírme de él, que con su limitada estatura contenía tanta fuerza.

Al final, me cayó bien el caballero. Me dijo que si quería profundizar alguna vez en temas de ética, que a él le fascinaban, le escribiera, o si quería una copia de su compendio léxico -que de 50 había aumentado rápidamnete a mil no se cuántas!-.

Hace pocos días le escribí por otra cosa (de la que también habló con pasión) y me respondió que la labor que le habían solictado, terminó.

Ni tan voluntario al fin y al cabo.


¡Ah, y se dice alineénse! (?)

viernes, octubre 06, 2006

La camisa negra

Ando como la canción de Juanes y va más allá del luto que he tenido que usar doble esta semana. Cuando la Tía Nana dijo "Se muere uno y vienen tres", no le presté mucha atención a la supertición, pero parace que no es na' chacota.

Las difuntas no son muy cercanas a mi; de hecho son amigas de mi vieja, pero como ella anda comiendo guacamole y escuchando rancheras, mi hermanobrother y yo hemos sido sus representantes en estas circunstancias. Lo que me ha hecho estar con un ánimo particular, y volátil: fuerte y contenedora pero de lágrima fácil, por lo que cualquier cosa me llega hasta en el alma.

Pero creo que no fue aquí donde comenzó. Creo que fue cuando, para el matri de la Cata, nos dimos cuenta que ya no somos su segunda familia. Catita es mi primera amiga cercana de colegio que se casa. De hecho, la Cata fue la primera que me habló cuando llegué donde esas alimañas snob. Ella es adorable, estilosa y el bien personificado. Pero no fuimos parte de su noviazgo ni de su matrimnio, y ahora que se va a vivir a Punta Arenas, es más difícil aún.

O tal vez fue cuando lo vi llegar con polola nueva. Que mal timing! Yo que tenía ganas de verlo y superar mis aires de diva que no pesca y él llega sonriente y de la mano.

Quizás fue cuando en una discusión con la Juli (ahora que está lejos le digo así) me dijo que me había convertido en un monstruo y yo -que estaba a tomando desayuno- le trato de responder y me atoro con una miga de pan y lo único que sale de mi boca es un: "¡¿có-có-cómo?!" mientras me voy poniedo colorada de la asfixia y ella no encuentra nada más apuñalador que decirme "y a parte una histérica".

O fue cuando de puro curiosa para saber si un gallineta me había bloqueado de messenger, me enteré de que otra gente que jamás me imaginé, me había bloquedado.

Pero tal vez es la falta de sueño. O sea sueño tengo, pero igual no logro dormir. O tal vez me puso así el que el estreno del segundo doc' haya sido opacado por problemas de técnicos. O que muchos estén de viaje y yo al menos un año más acá.

Mejor, me tomo una coca light, comienzo la temporada de bronceado y empiezo a vestirme de colores.

Todo después del funeral que tengo ahora. Pero si ya van dos, ¿who's next?