jueves, marzo 30, 2006

Exorcisando la marzitis

Por fin se termina marzo. Este es un mes conchudo y podría decir muchas cosas malas del, pero eso sería darle en el gusto a la marzitis y repetir conversaciones de todo un mes, and it's enough!

Aquí van unas cosas que me gustan de marzo:

1. El reencuentro con los amigos. Muchos estuvieron fuera y llegan con puras ganas de juntarse. Es la mejor excusa para carretiar "...es que no los veo hace tanto tiempo". Marzo es full carrete.

2. Las liquidaciones. Puedes comprate cosas de verano a un precio que jamás imaginaste y que para la próxima temporada van a estar nuevecitas de paquete. Ojo, hay que ponerle palitos de Quillay al clóset para evitar apolillamientos.

3. El borrón y cuenta nueva. Marzo es el inicio legal del año y con eso todo puede ser...

4. El bronceado. El verano le hace bien al alma y la piel bronceada lo demuestra. Hay un brillo y una actitud distinta y Santiago se eleva con la brisa que deja una sonriente mujer bronceada.

5. La cama propia. Algunos sueñan con la casa, otros con el auto propio, yo sueño con mi cama. No hay nada como volver a la cama de uno, que le conoces sus virtudes y sabes cómo evadir los puntos débiles. Un placer.


domingo, marzo 12, 2006

Cómo perder a una mujer en 10 días

Estas son cosas que a una chica le hace decir adios a un mino:

- Que se haga el difícil a ratos, dejando de contestar llamados.
- Que llame de madrugada para juntarse -obvio que está cufifo!-.
- Que hable todo el tiempo, y peor, de él.
- Que tire toda la carne a la parrilla desde el principio.
- Que te diga flaca o negra cuando está con los amigos, y guagua, negrita o mi amor cuando están solos.
- Que no respete tus espacios, personales y familiares.
- Que le de lata carretiar con tus amigos.
- Que te diga un millón de cosas bacanes y después se haga el desentendido.

jueves, marzo 02, 2006

La frase del día

- Bart: Somos dibujos animados

- Lisa: Qué humillación!

En el festival de Los Simpson en el 13.

miércoles, marzo 01, 2006

Pasas al ron

Me pasa. Siempre. Bueno no siempre, pero pasa que hay viejos que rayan conmigo. Y cuando digo viejos, digo hombres mayores de 60 y cuando digo rayan, rayan.

Mi mamá tiene un "amigo" -y lo pongo entre comillas porque ese asistencialismo no puede considerarse amistad- que quedó prendado de mi de una manera casi siniestra.

Hace un par de semanas fuimos a un concierto de piano donde estaba él, entre otra mucha gente conocida, pero que no fue con nosotros, que ya éramos bastantes (hay que apoyar la música y a los amigos).

Como soy una chica tan bien educada, me acerqué a saludarlo. Nos habíamos visto una vez antes, y este gesto le pareció eternamente cautivador. Conversamos pero no le entendía mucho, a ratos hacía algún comentario de mi papá y yo le decía, que no, que era a mi mamá a quien él conocía. Me habló de sus libros publicados en España y de que no fue bien interpretada la pieza de piano que él compuso y que se tocó en el concierto. A mi me sonó bien, pero qué sé yo de piano! Bueno, me aburrí luego y el viejo no dejaba de hablarme. Las hermanas de mi mamá que estaban ahí, tan pendejas que son cuando se juntan, me hacían muecas para que yo me ríera, pero no podía hacerlo en su cara.

Me costó zafarme pero lo logré. En el largo camino al estacionamiento me adelanté a su tortugoso paso al compás del bastón. Mi vieja lo iba a ir a dejar, pero como tan mala hija de no acompañarla hasta el auto. Ahí nos despedimos y no paró de tirarme flores.

Como semana y media después encontré sobre mi cama una bolsita de terciopelo rojo. Y esto? le pregunto a mi vieja. Te lo mandó Mauricio, responde. En la bolsita había un anillo... bonito y probablemente barato, y no estoy alegando, pero es que lo que se hereda no se hurta...

Me sorprendió muchísimo, le mandé las gracias, pero un día que hablaba con mi mamá por teléfono, me lo pasa para que yo lo haga personalmente. No me soltó como en veinte minutos. Qué amabilidad y genio suyo, qué carácter y qué gesto. Inteligente, dulce, un montón de cosas que me llegaban a incomodar.

Bueno, no me incomodaba, lo que me incomodaba era que un viejo cucarro me diera la lata. Que me hablara un montón de cosas bonitas sin conocerme, y no es que no las crea, pero que en verdad es un encantamiento monológico; las ganas de llenar sus octogenarias horas con su ímpetu romántico pueril.

Hace un par de días, mi mamá me hizo lo mismo. Esta vez Mauricio quería que fuera a su casa a buscar un regalo que había mandado a hacer para mi. No puedo, tengo muchas cosas que hacer y parto mañana, me excusé. "Pero no le va a quitar mucho tiempo, perdone que la moleste pero me he acordado mucho de usted". Es que.., pero, mire eee... "Es que estoy tan afligido, y me gustaría poder verla", "Pucha es que no puedo", no sabía cómo! "Esta bien, el escuchar su voz afrodisíaca ya ha sido un regalo. Su voz melodiosa me basta". Alo?, Hello! como dirían en una teleserie por ahí. Qué onda este viejo!