La Nana prometida
No sé cuál es el motivo de tanta rotación, si no somos ni tantos ni tan desordenados. Pero somos mañosos y nos entregamos poco. Ellas, que pasan gran parte del día solas, tienen ganas de puro conversar cuando uno llega y uno, sólo quiere silencio. Pero tampoco somos de esos que dejan que todo lo haga la nana. De hecho yo hago mi cama todos los días, incluso cuando viene ella. La ropa la lavamos entre nosostros, y ni de la comida se preocupa, porque a los 3 nos gusta cocinar.
Hay algunas emblemáticas, algunas muy divertidas, y otras del terror (ja!), pero igual cuando entran en tu casa y convives con ellas, son parte de tu memoria de familia. Cada una hizo lo que pudo y entregó cuanto quiso. Éstas son las que se grabaron en mi memoria:
- La Yuri, que no se llamaba así, pero que se juraba; con su delantal blanco y su platinado pelo largo, recorría la casa -incluso con bandeja en mano- cantando "Hombres al borde de un ataque, los celos, como niños, míralos".
- La Elena, que hacía unas escalopas con jamón y queso deliciosas.
- La Fanny, que hacía los gnoquis más ricos del planeta.
- La Cristina, que dejaba mi pieza inmaculada.
- La Olga, que a pesar de parecerse a Gollum, era amorosísima y siempre te esperaba para tomar once y a mi me acompañaba hasta el final.
- La Ximena, que hacía unos arreglos piramidales con fruta muy bonitos.
- La Bea, que se persignaba cada vez yo le contaba algo: "Mira me hice un tatuaje"; "Fui a Tunick"; "riégate la plantita!", fueron las que la dejaron turnia.
- La Rosa, que con su andar a lo doña Tremebunda me perseguía con la escoba para que fuera a hacer las camas.
- La Fanny peruana, que puso una aguja en un kühen que hizo. Siniestro!!
- La Raquel, que tenía como 9 hijos a sus 38 años y que te alucinaba con sus historias y con su forma de cocinar rico y entretenido con cosas fomes.
-El Nino (porque no faltó el nano/chofer) que era un gourmet y que se paseaba con un short de jeans corte ochentero que dejaba ver sus esculpidas piernas que moldeaba en su diario trote matutino.
- Gabriel, el Axel Rose mezcla con John Lennon, que cuartiaba a mis compañeritas de colegio.
- La Jannete, que le da lecciones de medicina a mi mamá pero que deja la casa sopladísima.
- La Gringa, que decía que hablaba inglés pero que chisporroteaba unas palabras que hiladas sonaban muy divertidas: "Today at looking the window i watched a bird big drinking the water".
- La Isabel, que me esperaba todas las tardes en la puerta de la casa y cuando yo me bajaba de la liebre, me abrazaba y hacía show como si no nos hubiéramos visto en meses.
Agradezco todas las entretenidas tardes con estas personas. A las no tan buenas les agardezco por no haber sido más malas. Las nanas no sólo son las personas que hacen en el aseo. Son como esos parientes lejanos que se instalan en tu casa y que son tremendamente cooperadores. Bueno, ni tanto, pero igual.